Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica
Comparta esta página en:
Agregar a Delicious   Google Bookmarks   Twitter   Facebook   MySpace   Live Spaces   Blinklist   Yahoo Bookmarks   Digg   Favoriting   Furl   StumbleUpon   Reddit   Technorati
Pulse aquí si desea que le avise cuando añada nuevos contenidos

CURA PSICOANALÍTICA: ¿QUÉ? - 2
(2005)

En el tratamiento, cada persona lleva su propio ritmo, su tiempo, y alcanza hasta el punto donde le lleva el deseo de saber y el dejar caer el “goce sufriente” de los síntomas. Teniendo en cuenta eso, veamos en general qué logros posibilita una cura psicoanalítica:

-Como dice Corinne Maier en “Preocuparse es divertido” (editorial Península) (título desafortunado, puesto por los editores, no por la autora: una cosa es divertirse, disfrutar, abrirse al placer, lo cual es sano, y otra distinta es el “goce” rebozante, repetitivo y lacerante de lo patológico): “La curación tiene que ver con que uno ya no sufre con sus inhibiciones, sus angustias. Además, renuncia a renunciar: cuando tiene ganas de algo, va en su busca, porque vuelve a ser capaz de utilizar sus potencialidades”.

-Uno ya no está al servicio del síntoma, sino que pone el síntoma a su servicio. Por tanto, gana en libertad de elección, se desprende de la pesada carga del síntoma.

-Uno acepta que no existe la anhelada completud, la unión perfecta. Cree que la tuvo en el principio de la infancia y quiere recuperar ese paraíso a través de nuevas relaciones. Pero ese estado nunca existió del todo.

-Deja de echar la culpa de sus padecimientos y contrariedades a los padres, la familia, la pareja, la sociedad... Asume que es responsable de cómo se toma la vida: tanto de las alegrías como de las amarguras.

-Decide actuar movido por los propios deseos.

-Deja de ser una marioneta del destino (de lo que los otros le hicieron y le dejaron de hacer, de lo que los otros desearon de él), para forjar su propio destino. Un destino que no lo abisme en la tragedia.

-Reconoce sus límites y hace las paces con ellos. Deja de pretender lo imposible para poder hacer lo posible. Ya no se machaca.

-Ya no pretende serlo todo para otro, ni que otro lo sea todo para él. Y admite que siempre le faltará algo.

-Comprende sus mecanismos inconscientes. Estará advertido de lo que sabe y de lo que ignora, y así se manejará mejor en la vida.

-No añadirá un sufrimiento extra a los momentos difíciles, críticos, desafiantes y dolorosos de la vida.

-Establecerá lazos más sanos y amará sin destruir al otro ni destruirse.
2005

Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica