Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica
Comparta esta página en:
Agregar a Delicious   Google Bookmarks   Twitter   Facebook   MySpace   Live Spaces   Blinklist   Yahoo Bookmarks   Digg   Favoriting   Furl   StumbleUpon   Reddit   Technorati
Pulse aquí si desea que le avise cuando añada nuevos contenidos

HIPEREXIGENCIA, LOS DEBERÍAS Y LA CULPA
(2001)

Mostrábamos en el artículo titulado “El perfeccionismo hace daño” el sufrimiento por las excesivas autoexigencias. Ese tirano interno que es implacablemente cruel cuando la persona ve que no ha cumplido con lo que debía. Lo que puede llevarle a fieros reproches contra lo que uno hace y es, acompañados de ansiedad, síntomas depresivos, irritabilidad con los demás... Quedaría pendiente rescatar esa otra parte de del ser humano que es tolarente, perdonadora, autocuidadora, animadora y buena con uno mismo.

Los mandatos y normas con que uno se ha criado (que nos decían los padres, otros familiares y seres queridos, los profesores, el medio sociocultural, etc.) han podido ser tragados y convertirse en leyes que cuando uno viola producen culpa y sufrimiento. Se abre aquí una tarea de revisar de quiénes nos hemos comido esos deberías y cuáles son. Y cuestionar, criticar y transformar los que sólo sirven para dañarnos.

No me estoy refiriendo a la culpa sana, aquella que nos ayuda (en pro de nosotros y de las relaciones con los demás) a ponernos límites socialmente adecuados: por ejemplo, no agredir. En cambio, la culpa perjudicial es aquella con la que uno se castiga y castiga a los demás. Puede proceder de no estar a la altura de los ideales que uno pretende para sí o que piensa que los demás quieren que logre. Si no los alcanza, se siente caído e inútil.

La culpa puede ser también un castigo o autoagresión inconsciente por algo que uno hizo o pensó o deseó o con lo que gozó, que se ha reprimido. El sufrimiento representa, en este caso, un castigo mediante el cual expiamos inconscientemente la culpa por una experiencia que resultó intolerable, que nos sobrepasó, y que por eso quedó excluida de nuestros recuerdos. Para trabajar en la senda de la curación hace falta retomar la propia historia de vida.
2001

Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica