Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica
Comparta esta página en:
Agregar a Delicious   Google Bookmarks   Twitter   Facebook   MySpace   Live Spaces   Blinklist   Yahoo Bookmarks   Digg   Favoriting   Furl   StumbleUpon   Reddit   Technorati
Pulse aquí si desea que le avise cuando añada nuevos contenidos

PANDA

(Inicio de la ponencia-coloquio sobre adopción que di el cinco de febrero de 2005 para la “Asociación Panda de Navarra de Familias Adoptantes en China”)

Cuando hace tres meses, tuve el privilegio de ser invitado a dar esta ponencia, pregunté qué significaba PANDA. Pensé que eran siglas: Padres Adoptivos de Navarra D... A... Me respondieron que era por el oso panda de China, blanco y negro, tan tierno y abrazable. Esta contestación cerró mi pregunta... sólo por un tiempo. No me resignaba a que PANDA no fuera un acróstico.

Mi tarea de buscar un significado a P.A.N.D.A. pasó por fases delirantes y disparatadas, como por ejemplo:

Pedro
Anda como un
Niño
Dado en
Adopción.

Hasta que hace un mes, después de comer, dormitando en el autobús Bilbao-Pamplona, sin buscar nada, se me aparecieron dos carteles que casi podía tocar con los dedos.

Primer cartel:
Padres
Adoptivos de
Niños de la
Derrota y el
Abandono.

Ya en casa, leí la etimología de “derrota”: del latín “dirupta”, de “diruptus”: roto. Así, “derrota” significa “rotura”. Y “derrotado” es “roto”.

El niño adoptado procede de una derrota: la de sus padres biológicos para criarlo (bien porque se han dado por vencidos o porque los Servicios Sociales los declaran derrotados). Y esa derrota supone una ruptura del lazo. Lo que procura la adopción es que esa rotura no rompa al niño, no lo haga pedazos. Ese niño que llevará inscrita en su vida la rotura del lazo con los padres biológicos.

Segundo cartel:
Padres
Adoptivos de
Niños
Destinados al
Amor.

Si el primer cartel tiene que ver con el origen, el segundo se refiere al lugar de destino que el niño toma en la familia que lo adopta.

Por último, se me ocurrió separar las sílabas de PANDA: Pan Da. Es el quehacer de los padres: dar pan a sus hijos, es decir, nutrirlos.

Cuando un padre alimenta a su hijo, lo nutre de dos maneras inseparables:
1) Le da alimento para su necesidad, porque tiene hambre y necesita fortalecerse.
2) Pone en juego la demanda, el deseo y el amor.

Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica