Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica
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DONDE CONFLUYEN LITERATURA Y PSICOANÁLISIS (ENTREVISTA A ROBERTO VALENCIA Y ERNESTO MARURI, POR PAULA ECHEVERRÍA)
(11-III-2014)

Diario de Noticias (Navarra), 11 de marzo de 2014, 61


 

Donde confluyen

literatura y psicoanálisis

 

Ernesto Maruri (psicoanalista) y Roberto Valencia (escritor y crítico literario) comentarán hoy, en la sesión del Foro de la librería Auzolan de Pamplona (19.45 horas), relatos-testimonios del psicoanalista Stephen Grosz [La mujer que no quería amar y otras historias sobre el inconsciente. Barcelona: Debate, 2014]

 

Un reportaje de Paula Echeverría

 

1. Ver proyectado en una historia lo que uno padece, ¿en cierta manera 'cura'?

 

Roberto Valencia: Simplificando mucho se puede decir que en narrativa hay tres posiciones desde las que narrar: a través de la primera persona, un yo que cuenta lo que le ocurrió; a través de la tercera, una voz omnisapiente lo narra todo desde un lugar indeterminado; pero también a través de una voz testigo. Es decir, alguien narra acontecimientos de los que no es, a priori, protagonista principal. Este narrador testigo está más presente en la literatura de lo que parece: el narrador del Quijote, por ejemplo, o la mayor parte de las aventuras de Sherlock Holmes, que no las cuenta el propio detective sino su ayudante, el querido Watson. Este distanciamiento del conflicto, este ver "desde afuera pero también desde cerca" los hechos es una herramienta esencial para comprender nuestros sentimientos y para extraer un conocimiento esencial del mundo.

 

Ernesto Maruri: No cura mientras el sujeto no deje de echar balones fuera. La cura pasa por asumir la propia responsabilidad -"qué tengo que ver en mis síntomas"- y dar lugar a lo que de lo inconsciente se pone en juego en los síntomas. Por ejemplo, existe el goce sufriente de la pena. Suele ser inconsciente, pero hay sujetos que lo atisban conscientemente, como lo expresa Manuel Machado: "Mi pena es muy mala, porque es una pena que yo no quisiera que se me quitara".

 

2. ¿Nuestra vida es nuestra autobiografía sin que seamos conscientes de eso?

 

Roberto Valencia: Nuestra vida no es nuestra autobiografía. Nuestra vida es mucho más extensa que nuestra autobiografía. Construimos nuestra autobiografía en nuestra cabeza todos los días, cuando nos contamos a nosotros mismos un puñado de historias que seleccionamos de entre todas nuestras vivencias para generar nuestra historia personal. Desde esta historia personal construida por nosotros a través de la discriminación de una parte de nuestros recuerdos, le damos sentido tanto a las decisiones que tomamos en el presente como a nuestros proyectos de futuro. También construimos nuestra identidad a través de esa selección. Es decir, que olvidamos muchas cosas porque no encajan en la idea que tenemos de nosotros mismos, y priorizamos otras. No soy psicólogo, pero estoy seguro de que esta operación es en parte consciente y en parte inconsciente.

 

Ernesto Maruri: Así es: hay una parte inconsciente, que es la que determina nuestra vida. Por ejemplo, si persisten inconscientes el destino y los deseos que para cada sujeto han tenido los padres, el Otro, ¿cómo apartarse de esa senda para forjar el propio destino, reconocer los propios deseos y hacerse cargo de ellos? Sería un sujeto al servicio de lo que el Otro quiere de él, capturado en una historia del Otro, escrito por el Otro.

 Ernesto Maruri (i) y Roberto Valencia (d), compartiendo mesa en la librería Auzolan.

Ernesto Maruri (i) y Roberto Valencia (d), compartiendo mesa en la librería Auzolan de Pamplona. Foto de Iban Aguinaga para Diario de Noticias (Navarra), 11-III-2014.


3. ¿Qué hay de literario en el psicoanálisis, y de terapéutico en la literatura?

 

Roberto Valencia: No sé si la literatura es terapéutica. Lo es, creo, en la medida en que supone una ocupación saludable, no en la medida en que la lectura sane por sí misma. La metáfora de la lectura como un fármaco ya está en la Ilíada, pero yo siempre me he resistido a pensar que un libro te cure completamente y por sí mismo. La tristeza, los complejos, la melancolía, la sensación de fracaso, la soledad… son problemas que sobrepasan el ejercicio lector. Creo que el principal efecto de la literatura es ampliar los límites de la percepción: ver que el mundo tiene una amplitud mucho mayor de lo que nos pensamos. Que nuestro dolor no es único y puede conocerse desde muchas perspectivas. Que puede relativizarse. Que hay algo común a todos los seres humanos en el hecho de sentir dolor. La lectura, más que curar una enfermedad del alma que ya nos esté destruyendo, previene para no contraerla, para no concederle más espacio del que le es legítimo.

 

Ernesto Maruri: El paciente, al hablar, escribe y reescribe su historia, y lo inconsciente se manifiesta en el texto hablado, en el relato y en el lenguaje. El psicoanalista es un lector de lo inconsciente, adviniendo el efecto terapéutico, curativo, por añadidura.

 

4. ¿Alguna obra literaria le ha 'curado', ayudado a restablecerse de un periodo vital crítico?

 

Roberto Valencia: La literatura no me curó nunca de nada, pero, por ejemplo, las novelas de Onetti sí me aportaron consuelo en momentos de mucha tristeza. Leer su ciclo de ficciones sobre Santa María me dio herramientas para relativizar una angustia de la que, en aquel momento, no veía salida. La ironía de Borges sobre el conocimiento y su extraordinaria inteligencia también ampliaron mis horizontes vitales de una manera extraordinaria.

 

Ernesto Maruri: Los libros no curan de una psicopatología: hace falta añadir tratamiento. Sí pueden dar pistas de cuestionamiento y conocimiento. La escritura tampoco cura por sí misma, pero puede ser un valioso instrumento porque se cuela lo inconsciente simbolizándose en palabras. Leopoldo Mª Panero no curó la psicosis ni leyendo ni escribiendo, pero quizá ambos actos contribuyeron a que no se descompensara aún más y a que se mantuviera vivo. James Joyce pudo preservarse de un brote psicótico gracias a la escritura. Sin embargo, escribir no evitó los brotes de locura de su hija Lucia. A él, la escritura le sirvió para mantenerse a flote; su hija se hundía por mucho que escribiera (le dijo Jung a él). A mí, las obras literarias que más me han marcado son las canciones que me cantaba mi madre, las historias familiares que ella me contaba y los libros que me daba mi padre a leer, algunos de los cuales eran los mismos ejemplares que él leyó de niño: Verne, Salgari, Curwood, Homero abreviado...

 

5. En esta vida tan rápida, ¿cómo sobreviven la hondura de la literatura y del psicoanálisis, y qué futuro les augura?

 

Roberto Valencia: La lectura de alta exigencia hoy está tocada. Dado el ritmo de vida, no tenemos ni el tiempo ni la concentración necesaria para sumergirnos en libros de lectura complicada y crítica, que nos exigen un gran esfuerzo y cuyas claves de descodificación no son intuitivas. Además, la transmisión de la información, la educación y la cultura tienen ahora más empuje desde el formato audiovisual que desde el textual, lo que no es casual ni un producto de una evolución histórica, sino que tiene su origen en factores económicos y políticos. Pero no hay que ser tan apocalípticos, la literatura, aunque sea en reductos minoritarios seguirá teniendo buena salud siempre. Se van a seguir escribiendo y leyendo grandes obras siempre. Otra cosa será el porcentaje de población que lo haga, las condiciones y, ay, la influencia de la literatura y el conocimiento en el tejido social.

 

Ernesto Maruri: Sobreviven porque somos seres de palabras y silencios. Porque lo inefable agujerea lo decible… y nos queda la palabra para bordear los agujeros, para contarnos y significarnos. Porque estamos atravesados por el lenguaje, como dijo Lacan lo inconsciente está estructurado como un lenguaje. Porque estamos hechos y deshechos de historias que nos rehacen. El psicoanálisis es una cura por la palabra. La lectura: palabras que nos hablan de lo más extraño y de lo más familiar. La escritura: un lenguaje que escribe al escritor, quien a su vez inventa historias ajenas a través de la propia o reinventa su propia historia.


11-III-2014

Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica