Sufrimientos que hacen síntoma y que no obedecen a la lógica consciente. Ni los buenos propósitos de cambio ni el sentido común alcanzan para disolverlos. La cura psicoanalítica posibilita el acceso a los resortes inconscientes que determinan los síntomas. Pero muchos aparecen a la conciencia como contradicciones: son paradojas de lo inconsciente, en el cual una cosa y su contraria se dan con toda “naturalidad”. Sólo son contradictorios para la conciencia, lo cual crea reacciones sintomáticas.

         Ejemplos:

         1.-Se puede amar y odiar al mismo sujeto. Aunque no está en el diccionario, el verbo que corresponde es “amodiar” u “odiamar”.

         2.-Algo se satisface inconscientemente cuando alguien vive instalado en la insatisfacción.

         3.-Un sujeto que repite la misma pauta de relación dañina con varias parejas, no es por casualidad sino por un síntoma que le hace buscar inconscientemente que sea así.

         4.-Un sujeto que duda una y otra vez de su pareja, que teme que le deje por otra persona, en algunos casos (sólo algunos: no es generalizable) se está defendiendo de una amenaza mayor, que es inconsciente: que él mismo duda de seguir con su pareja o que él mismo alberga el deseo de dejar a su pareja o…

         5.-Un sujeto que deja su relación de pareja sin que ello le produzca síntomas. Pero cuando se entera de que el ex (o la ex) ha hecho una nueva pareja, se angustia o se deprime. Tal síntoma oculta que le angustia constatar que ya no es causa de deseo para el ex, que ya no le hace falta.

         6.-Una anoréxica “gozosa” (aunque sufra) por el dominio que ejerce sobre el hambre, sin darse cuenta de que está dominada por el síntoma.

         7.-Un obsesivo que se angustia con su tormento mental sin ser consciente de que tal tormento es una defensa contra una angustia que lo precede.