Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica
Comparta esta página en:
Agregar a Delicious   Google Bookmarks   Twitter   Facebook   MySpace   Live Spaces   Blinklist   Yahoo Bookmarks   Digg   Favoriting   Furl   StumbleUpon   Reddit   Technorati
Pulse aquí si desea que le avise cuando añada nuevos contenidos

EL HOMBRE NO HA AMADO JAMÁS A UNA MUJER
(1998)

El hombre no ha amado jamás a una mujer. No ha podido consentírselo porque teme que si da un dedo, le tomarán la mano, le agarrarán el brazo, le arrancarán el corazón y le masticarán el cerebro.

También le amedrenta, si amara a una mujer, la posibilidad de perderla algún día, y quiere eludir ese dolor: es mejor no amar que perder un amor.

Le aterroriza la sospecha de que su deseo de amor es quizá tan intenso, que si le abriera un resquicio, devendría tornado arrasador e ingobernable.

Cree que si amara a una mujer, dependería de ella hasta el extremo de donarle su libertad. Entonces se convertiría en su marioneta, y sin querer vivir así, ya no sabría vivir de otro modo.

¿Y si se permite enamorarse de una mujer, y ésta no se enamora de él? Mejor estar solo sin haber intentado no estarlo, que solo y rechazado.

Si amara a una mujer, tendría relaciones sexuales, y eso, aunque lo desea, le espanta. Se conforma con la vibrátil vagina portátil que se ha traído aquí. Prefiere manejar él mismo un sexo sin mujer, a que una mujer lo maneje con su sexo.

Anhela un amor absoluto con una mujer, ser aceptado totalmente por ella, y sentirse completamente satisfecho con su amor. Ante la imposibilidad de tal aspiración, mejor una soledad perfecta que un amor imperfecto.

Por todo ello y mucho más, se encierra aquí para no necesitar nada, para no necesitar a nadie. Pero tampoco le vale.

1998

Ernesto Maruri Psicólogo Clínico Pamplona Orientación Psicoanalítica